Es frecuente que tengamos dudas cuando estamos pensando iniciar un negocio nuevo o lanzar algún nuevo producto en la empresa que ya tenemos. El que seamos asaltados por indecisiones no significa que suframos de algún tipo de enfermedad, ni que seamos distintos a las demás personas, a las que las vemos muy seguras de sí mismas.
Todos nos sentimos agobiados por interrogantes como: Me lanzo o no me lanzo, me embargo o no en ese proyecto, me endeudo o no me endeudo, compro o no compro, me salgo a no de mi actual empleo para hacerme empresario. El tener estas dudas, en realidad es muy normal en cualquier persona responsable que no quiere cometer equivocaciones.
Las personas arriesgadas y decididas, saben que los riesgos de equivocarse y cometer errores no se eliminan totalmente en ninguna decisión. Aun usando los más sofisticados modelos de toma de decisiones, lo único que se está haciendo es reducir, minimizar los riesgo de fracaso.
Por eso, los empresarios tenemos que aceptar el hecho de que en todas nuestras decisiones estamos corriendo riesgos. En ese sentido, es que usamos la frase: en los negocios se gana y se pierde. O que unas son de cal y otras son de arena.
Eduardo Lastra D.
elastra@mundomype.com
2009/07/28
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