Por: Eduardo Lastra D. (*)
El refrán: "A Dios rogando y con el mazo dando" o "Reza pero sigue remando", es lo que practicamos la gran mayoría de empresarios de la micro y pequeña empresa peruana.
Es decir, claro que sí nos interesa que el ambiente macroeconómico y social para hacer negocios pueda ser favorable para todo tamaño y tipo de emprendedores. Por supuesto, mucho mejor si hubieran políticas de Estado incentivadoras del impulso de los micro y pequeños emprendimientos y que no se queden en sus fases asistencialistas. También entendemos que esta es la tarea de las personas y organizaciones políticas, que realmente deben creer que tomar el poder, implica fundamentalmente una responsabilidad de servicio al país.
Por otro lado, la mayoría de los tres millones doscientos cincuenta mil (3´250,000) empresarios de las MyPE, sabe que su tarea no es estar candidateando a puestos públicos, si no la de enfrentar la lucha diaria para hacer sobrevivir sus pequeños negocios, de la cual dependen sus ingresos y los de las personas a las que da empleo.
El empresario de una MyPE comprende perfectamente, que la sobrevivencia y desarrollo de su micro o pequeña empresa, si bien está afectada por las consecuencias de las decisiones de los gobiernos nacional, regional y local, lo determinante para mantenerse en la brega, con sus propias fuerzas, sus conocimientos, sus trabajadores y su familia.
En este sentido, para los emprendedores y empresarios de las MyPE siempre será estratégico y determinante, aferrarse a la idea de que su porvenir depende de: aceptar su compromiso de servicio al mercado y sus clientes; entregar productos de calidad (no "bambas"); perfeccionar constantemente sus métodos de gestión empresarial; invertir en capacitación e innovación; entre otros.
¡Felicidades por el Día Nacional de la MyPE!
(*) Presidente del Instituto Latinoamericano de Desarrollo Empresarial, IADE
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